viernes, 1 de julio de 2016

Características de la tercera edad


La mejor manera de entender y conocer a nuestros mayores es conociendo las características de la tercera edad. Te las detallamos en este post.

¿Qué es la tercera edad?

Entendemos por tercera edad el grupo de personas mayores o ancianas. El intervalo de edad es muy amplio, existen varias generaciones. La vejez es un proceso fisiológico de todo ser humano, donde se producen cambios físicos así como psicológicos y sociales. El envejecer es un proceso dinámico, gradual, natural e inevitable.
Se suele decir que a partir de los 65 años ya empieza la tercera edad. Este punto de inflexión para un individuo suele ser caótico. La persona puede haber dejado de trabajar y se enfrenta a una serie de cambios físicos, psíquicos, personales y económicos a los que no sabe hacer frente, o no dispone de las herramientas suficientes.
El grupo de población mayor no es un grupo homogéneo. Cada persona en función de las experiencias vitales desarrolla procesos cognitivos, destrezas o sensibilidades específicas. Por tanto, no todos los individuos envejecen de la misma manera.  Además, la etapa de la vejez supone actualmente una tercera parte de la vida de una persona, por tanto es lógico que sus necesidades vayan cambiando.

Características de la tercera edad: los cambios en la vejez


Los cambios que se pueden producir en la vejez comportan varios aspectos:
  • Cambios fisiológicos: las células envejecen, cambia la estructura corporal, se pierde elasticidad  e hidratación en la piel (aparecen las arrugas).
  • Cambios en la salud: aumenta la prevalencia de enfermedades (morbilidad y mortalidad).
  • Cambios nutricionales: las necesidades metabólicas ya no son las mismas, y por tanto la alimentación debe ser más específica.
  • Cambios en la eliminación: pueden aparecen incontinencias, que tienen consecuencias psíquicas y sociales muy importantes para el anciano.
  • Cambios en la actividad: el ritmo de ejercicio disminuye, si bien es más necesario que nunca que el individuo se mantenga activo.
  • Cambios en el sueño: el patrón de descanso cambia, el individuo no sigue rutinas.
  • Cambios en la percepción: los órganos de los sentidos pueden verse afectados, lo que lleva a problemas sensoriales (sordera, problemas de visión.,)
  • Cambios sociales: las relaciones sociales y los roles son distintos, incluso dentro de la familia. Muchas veces la persona tampoco se implica activamente en la sociedad.
  • Cambios sexuales: por limitaciones físicas en órganos sexuales, y pensamientos erróneos arraigados en la sociedad.
  • Cambios en autoconcepto: la actitud, la identidad así como la imagen corporal de uno mismo cambia, y suele ser negativa. Disminuye la autoestima.
Debemos saber observar la vejez como una etapa más del ciclo evolutivo. Sí que es cierto que en esta etapa de la vida se producen muchas pérdidas a nivel físico o psíquico, pero hemos de evitar estigmatizar la vejez y verlo simplemente como una etapa más que requiere intervenciones más específicas. Es importante que lo enseñemos a nuestros mayores.
La vejez no es sino la última etapa de una vida completa y llena de momentos e historias. Nuestra misión es potenciar las vivencias positivas y fomentar las habilidades y capacidades del anciano, dentro de sus limitaciones.
Según las predicciones del Instituto Nacional de Estadística, en España en el año 2052 el 37% de la población superará los 64 años.  Es necesario que tomemos conciencia de este grupo de población, que sepamos cómo podemos intervenir e interactuar en esta próxima sociedad. Los recursos de hoy día son muy amplios, aunque no todos los individuos saben hacer buen uso de ellos.

Salud y calidad de vida

La vejez es un proceso natural que en ocasiones va acompañado de problemas de salud. Aunque cabe recalcar que el hecho que la persona envejezca no quiere decir que lleve consecuencias de directas para la salud. Si bien es cierto que la prevalencia de enfermedades aumenta a medida que envejecemos, así como el nivel de dependencia.
Además, al aumentar la esperanza de vida notablemente, la incidencia de enfermedades crónicas o incapacidades pueden dar lugar a una mayor demanda de servicios sanitarios y asistenciales de larga duración.  Las patologías que se acaban cronificando son las que aumentan discapacidad y la mortalidad.
La salud es la segunda gran preocupación de los ancianos, después de la económica.  El colectivo de ancianos siempre ha dado una imagen de carga o peso. Es hora de darle una vuelta a este concepto. La salud es algo que nos preocupa a todos, jóvenes o mayores. Y cuando se presenta un problema de salud, aunque sea crónico, debemos aceptarlo y aprender a vivir con él. Esto no significa que no podamos tener una vida plena. El reto es convivir con la enfermedad o con la limitación, y seguir disfrutando de la vida. Se trata de convertir una visión negativa de la vejez y la enfermedad, en simplemente un cambio que el individuo debe aceptar para continuar.
Suena fácil, pero la persona debe mantener una actitud positiva frente a la vida y a los cambios que se avecinan. Además, los recursos tanto materiales como humanos deben estar disponibles para este tipo de necesidades, y hoy día dichos recursos son muy limitados. La formación de personal altamente cualificado es imprescindible para saber atender a este colectivo.

(tOMADO DEL BLOG DEUSTOSALUD, ARTICULO DE Marina Acera)

¿Piernas hinchadas o pesadas? ¡Aligéralas!

 


Frecuentemente durante los meses de calor sentimos nuestras piernas pesadas y en ocasiones incluso nos duelen. Te ofrecemos algunos consejos para aliviar la molesta sensación de piernas cansadas.
Es una sensación que nos acompaña sobre todo con el calor. Este es uno de los casos en los cuales entran en juego componentes médicos para determinar también descompensaciones y aspectos antiestéticos. En la base encontramos una difusión genética de la circulación periférica y la dilatación de las venas que pueden crear patologías importantes como son las varices y las telangectasias (los famosos capilares dilatados o arañas varicosas) que se manifiestan, en los casos menos graves, con hinchazón, sensación de pesantez, dolores y hormigueo. Es importante realizar una visita de control con un especialista, también las más jóvenes, si fuera necesario.

Consejos para aligerar las piernas

  • Con la alimentación: vía libre, por lo tanto, a todos los alimentos que combaten la retención hídrica (sobre todo fruta y verdura cruda) y a un abundante consumo de agua oligomineral, infusiones, zumos y licuados.
  • Duerme con las piernas elevadas, regulando la altura de la almohada hasta conseguir una posición que te resulte cómoda.
  • La natación y los paseos diarios  a buen ritmo, de al menos 30 minutos, afinan y aligeran tus piernas. Eso sí: la práctica de ejercicio ha de realizarse con continuidad.
  • Si no puedes evitar permanecer de pie o sentada muchas horas, realiza este ejercicio tan a menudo como puedas: levanta los talones como si fueras a ponerte de puntillas. Se esta manera ejerces un masaje en los gemelos y en las pantorrillas.
  • Utiliza calzado cómodo en la vida cotidiana y reservar los tacones altos para ocasiones en las que las circunstancias los requiera.
  • Después de la ducha, finaliza siempre con agua lo más fresca posible, desde los pies hacia los muslos.
  • Los automasajes son una gran forma de aligerar nuestras piernas:
    • pequeñas palmaditas suaves y rítmicas, con el canto de la mano desde el tobillo hasta el muslo, así estimularás tus músculos sin dañarlos
    • realiza las fricciones en zonas accesibles del cuerpo, incluyendo los brazos y las piernas. Si tienes poco tiempo, es mejor centrarse únicamente en las piernas, con el fin de despertar el torrente sanguíneo al mismo tiempo que los músculos.
    • otro masaje: imprime ligeras presiones con las palmas de las manos desde la planta del pie hacia arriba. Mejorarás los resultados si unimos todo al uso de una crema defetigante a base de extractos vegetales específicos y flavonoides, sustancias astringentes.
  • Si los problemas persisten, realiza una o dos sesiones semanales del presoterapia
Tomado del blog Belleza Activa de Ängels Marin y Elisabet Parra, periodistas de Belleza.