viernes, 21 de agosto de 2015

Nombres iguales, plazas diferentes



Hay millares de personas que no nacieron en Cuba, ni emigraron de ella, sin embargo, unos son cubanos y otros habaneros.

Marta G. Sojo

Los nombres se repiten. Desde tiempos remotos personas y lugares heredan los apelativos más gustados por quienes han tenido la facultad de darle un nombre propio a una ciudad o un ser humano. Infinidad de circunstancias pueden haber servido de inspiración para esas ocurrencias. Esta historia de  eso trata.
Diversas localidades en Estados Unidos, poseen igual nombre que nuestra isla caribeña, incluso que su capital.
Una vez leí cuando estaba en labores en la Sección de Intereses de Cuba en Estados Unidos, un folleto del departamento de correos donde aparecían, no recuerdo si todos o por lo menos una gran cantidad de poblados norteamericanos donde se señalaba el código postal de cada uno.  Aunque en aquel momento no seguí el hilo de este inédito hallazgo, años después me puse a averiguar, claro ya estaba internet en funciones, y era mucho más fácil la investigación.
Así pude explorar algunas referencias que me llevaron a enterarme que en el siglo XIX, cuando circulaban testimonios contados por forasteros venidos allende los mares motivó, que a varias comunidades las bautizaran Cuba.
Esparcidas por estados disímiles, encontramos el nombre de la Isla lo mismo en el centro del país norteño: Kansas, Illinois, y Wisconsin, o en los montañosos como Nuevo México, también en el Atlántico Nueva York y hasta en los sureños, como Alabama y Missouri. En fin, un amplio abanico de Cuba por los extensos Estados Unidos.
Es imposible referirnos a todas, pero escogimos al azar algunos escenarios para contarle sus memorias.
De la mano de un fotógrafo, Jim Richardson, descubrimos diversos datos de la Cuba de Kansas. Por los años 70 del pasado siglo, Richardson quería documentar la vida de los pueblos pequeños estadounidenses, dedicándose a retratar diminutas urbes en la Norteamérica profunda, ante el temor de su desaparición.
Cuba, Kansas, fue uno de esos lugares reflejados por su cámara. Fundado en 1868 por agricultores que se dirigían hacia el oeste al término de la Guerra Civil, lo llamaron Cuba después de que llegara al pueblo un personaje que embelesó a los colonos relatando historias de la lucha de los isleños por su independencia de España.
Por otro lado, Kathy B. Maher refiere en un artículo sobre ese asentamiento poblacional, que antes de ocupar su actual localización, cambió de lugar dos veces. Los primeros colonizadores llegaron a la región en 1866 y los demás poco tiempo después. Primero, construyeron una escuela-una cabaña de troncos con suelo de tierra y techo de tepe- y escogieron el nombre de Cuba. A principios de la década de 1870, los líderes de la comunidad decidieron que hacia falta una nueva escuela y una mejor ubicación, de modo que erigieron el segundo colegio cerca del primero, pero mudaron la entidad tres kilómetros al oeste. Para su consternación en 1884, el Ferrocarril Burlington y Missouri comenzó a operar una vía que pasaba a pocos kilómetros al sur de Cuba, así que mudaron nuevamente la ciudad. Hoy han desaparecido los trenes, pero la entidad perdura.
Cuba en Kansas es un pueblo con menos de 300 habitantes-según los datos de la enciclopedia on-line Wikipedia-rodeado de cultivos de trigo de temporada, con una plateada cisterna en forma de torre, anchas calles de grava, el edificio de la casa social, y en el centro de todo, la gasolinera.
Uno de los entretenimientos más populares en la vida de la villa, contados por el fotógrafo, son las carreras nocturnas a ciegas en cortacéspedes. Los espectadores se forman a los lados de las calles, cada concursante se sienta en su podadora con los ojos vendados y un copiloto ocupa un pequeño remolque enganchado en la parte trasera. Es una competencia de equipo en que el piloto debe conducir por la calle mientras el copiloto indica hacia donde virar, cuando rodear una de las pacas de heno distribuidas por el terreno, y así sucesivamente hasta que regresan al punto de partida. A veces se desvían hacia el público y todos echan a correr. Algunos se juegan la vida parándose a 15 metros de los equipos.

Ciudades habaneras
La Habana también fue un nombre que atrapó el gusto de norteamericanos, dos centurias atrás. La deducción deviene luego de conocer que existen alrededor de siete de igual nombre diseminadas por varios estados, aunque con ortografía diferente. Los ubicados en territorio de la Unión son: Havana. ¿El por qué de la uve?
En el sitio web Lo mejor de la Rewesletter (en español), Ralph Rewes escribió que originalmente la Habana se escribía con uve y así se copió entonces al inglés. Esta ortografía continuó durante toda la colonización de la América hasta principios de siglo, entonces días antes del fin de la guerra de independencia, un cubano y cito a Rewes, “erudito indigenista se le ocurrió pensar que los indios cubanos no pronunciaban la uve y que por lo tanto había que cambiar la ortografía de la “havana” por habana”. Y así se quedó Habana como capital cubana, pero no cambió la ortografía en las otras Havana.
Hubo quienes sacaron beneficio de esta sencilla reforma. En el norte de la Florida, cercano a la capital Tallase, está Havana, casi en la frontera con el estado de Georgia. Pequeña ciudad de tabacaleros en aquel entonces, el simple cambio de una letra les permitió vender sus habanos “made in Havana”, Florida” de forma legal. El nombre surgió posterior al de la capital cubana por la asociación con los puros, ya que allí predominó también el cultivo tabacalero, sin embargo, en los últimos años ha devenido en un centro de antigüedades y arte, incluso con tiendas especializadas. Hay una de armas antiguas de fuego y blancas y son casi objeto de culto.
También hay Havana en Kansas en el condado de Montgomery, con una población de 86 personas., según el censo del 2000. Hay 42 casas y 25 familias. Pero si llegamos a Arkansas encontramos otro en el condado de Yell County, con una población según el propio censo de 392 habitantes, 141 casa y 101 familias. En Illinois, o en Texas, también en Minnesota y en Dakota del Norte se reiteran las Havanas.
Desde la biblioteca pública de Havana, Illinois, nos puntualizan que originariamente se llamó Ferry Ross, instaló un ferry en esa zona en 1822. Allá han existido cerca de cuarenta fabricantes y factorías de tabaco y parece que ello influyó en la denominación final al pueblo. En la actualidad celebran un Festival del Tabaco.
Aunque cuentan viejas historias que primó para llamarse así que cerca estaba la isla de Belle Rose, como se denomina en la actualidad, en la desembocadura del Spoon River, a la cual se le conoció tiempo atrás con el nombre de Cuba, porque su contorno tenía un parecido con nuestra Isla. Entonces, los asentados en el territorio cercano empezaron a designar Havana a su caserío porque estaban al lado de “Cuban island”. Havana fue oficializada como ciudad en 1848. En 1900, la ciudad comenzó a conocerse como un centro de pesca y caza y en la actualidad es uno de los más importantes en ese giro en Estados Unidos.
Casi todos estos sitios son pequeños territorios en zonas rurales con pocos habitantes. La mayor parte de las veces ni aparecen en los mapas. Sus costumbres, idioma e idiosincrasias difieren de las nuestras, y puede que en sus paisajes y arquitectura tampoco coincidamos, pero un lazo invisible nos acerca: nuestros nombres.

Recuadro

Havana, Florida 1 713 hab. Leon County
Havana Illinois 3 577 hab Mason County
Havana Township, Minnesota 607 hab Steele County
Havana, Arkansas 392 hab Yell County
Havana Kansas 86 hab Montgomery County
Havana, Dakota del Norte 94 hab Sargent County
Havana, Texas 452 hab Hidalgo County

Recuadro
Cuba, Alabama, 363 hab Sumpter County
Cuba, Illinois, 1 418 hab Fulton County
Cuba, Missouri 3 230 hab Crawford County
Cuba, Nuevo México 590 hab. Sandoval County
Cuba, Nueva York 1 633 hab. Allegany County
Cuba City, Wisconsin 2 156 hab Mason County
Cuba, Kansas 231 hab Republic County


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