(Quedan unas horas para traspasar la barrera de un año a otro. Cada lugar en el mundo guarda tradiciones y ritos en esa Nocha Vieja, le brindo algunas que incluyen las más usuales en la Isla. Y no olviden que mañana también viene la Letra del Año, el esperado pronóstico de lo que nos espera para 2018, segun las religiones afrodescendientes que se practican en Cuba.)
Tras brindar al escuchar las 12 campanadas, se abraza a las personas
amadas y hay quienes siguen al pie de la letra algunas supersticiones
como usar ropa interior amarilla o roja si se quiere felicidad y suerte
en el amor, y llevar dinero en los zapatos para atraer la prosperidad
económica
fotocubadebate.cu
Por MARÍA ELENA BALÁN SAINZ
Las fiestas de fin de año son celebradas en todo el mundo, y según el
área geográfica varían las costumbres o modos de los festejos, pero
siempre guardan un sentimiento de esperanza acerca de que el año
entrante llegará con buenas recompensas.
Tras brindar al escuchar las 12 campanadas, se abraza a las personas
amadas y hay quienes siguen al pie de la letra algunas supersticiones
como usar ropa interior amarilla o roja si se quiere felicidad y suerte
en el amor, y llevar dinero en los zapatos para atraer la prosperidad
económica.
..En Cuba algunos optan por tirar un cubo de agua a las 12 de la
noche del 31 de diciembre, para que se vaya lo malo y venga lo bueno,
otros barren su casa de atrás hacia adelante porque dicen que de esa
forma lo que se quedó en los rincones y constituyen amarguras o
resentimientos, desaparece, pero igual a otros les atrae como limpieza
de cuerpo y alma pasar un huevo por todo su cuerpo y luego lanzarlo a la
calle.
El último día del año resulta común ver a la familia, a los amigos
reunidos deseándose salud, dinero y amor, o siendo aún más audaces con
esa frase de año nuevo, vida nueva, lo cierto es que sea de una manera o
de otra, siempre existe la aspiración de arribar a metas mayores.
De ahí que a algunos les resulte atractivo pensar en viajar y sin la
menor timidez esperan las 12 de la noche para salir, maleta en mano, a
recorrer la calle, al tiempo que el resto de la familia y los amigos les
desean buenos augurios.
El cubano, por idiosincrasia, es fiestero, alegre, optimista y asume
la jornada de la Nochevieja con sentimientos de esperanza acerca de
que el año entrante llegará con buenas recompensas.
Algunos gustan confeccionar un muñeco con ropas usadas, apoyados por
otros miembros de la familia, para prenderle fuego y eliminar todo lo
malo, y hasta le introducen tiras de papel donde apuntan aquello que
desean olvidar o eliminar de sus vidas.
Para los aspirantes a matrimonio viene como anillo al dedo la
creencia de que resulta efectivo sentarse y pararse 12 veces, cuando
llega la medianoche.
Poner un anillo de oro en la copa donde beberán presagia prosperidad,
según las tradiciones, en tanto comer seis uvas verdes y seis moradas
ayudará a hacer realidad los sueños y aspiraciones.
Y hay más aún, porque en esto de despedir el año viene bien para
alegrar la fiesta el encendido de las velas. Aquellas que son azules
traen la paz; las amarillas, abundancia; las rojas, pasión; las verdes,
salud; las blancas, claridad, y las naranjas, inteligencia.
Entre los pobladores de esta Isla existe gran variedad de ritos para
estas fechas, la mayoría en la forma de augurios para el año entrante,
pero algo común sin dudas es la recapitulación de lo hecho en la
temporada que termina y la búsqueda de la prosperidad y el bienestar
personal en la nueva etapa por venir. ( Tomado de ACN).
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