Por Alberto Enrique
-Mira que tú aparecerte ahora con la popa, tú que tanto tiempo anduviste entre barcos. ¿A ver cuál es la intriga, que te conozco bien? Así hablaban hace poco tiempo Papito y su amigo Guillermo. Pero más rápido de lo que imaginé quedaría aclarada la incógnita.
-El lazo corredizo apretaba y
nos mantuvo en sobresalto, ahora parece que ya salimos de las incertidumbres y
entramos en la etapa post pandémica. Justo de ahí sale la Popa, es como le
dicen, un acróstico ¿no?
-Me gusta ese juego de letras,
Guille, suena bonito y desengancha, suelta hacia atrás lo malo... entonces:
¡Dale proa a toda máquina!
En medio de la chispa propia
de los cubanos iban y venían los temas entre dimes y diretes, pasando de una a
otra jerigonza. Pero ¿quién lo dijera? la Popa es una nueva etapa de mucho
compromiso y responsabilidad.
Por momentos una parte del
jocoso intercambio se tornaba con absoluta seriedad al abordar cómo se debe volver
a la normalidad evitando rebrotes de la enfermedad, reduciendo al máximo los
riesgos.
-Me parece Guille que vale
considerar también las enseñanzas y las secuelas sufridas en la población. Casi
todos hemos estado dentro de la casa, con una monotonía casi insoportable pues aunque
hayamos vuelto a los libros y a la televisión, al principio parecía todo muy
novedoso pero eran horas seguidas frente a la pantalla, hasta recomendaron los
psicólogos disminuir esa carga, y llegaron los ejercicios, la música,
entretenimientos variados, en fin, ir escapando de un día a otro.
-Cada quien en este país tiene
que valorar lo positivo y asumir una actitud favorable. Papito, desde ahora hay
que construir un mundo mejor, porque no es lo mismo lo vivido en abril que
ahora en junio… que si la curva subía o bajaba. Ya casi la totalidad del país
entero se ha sacudido del riesgo mayor, también consideremos el nivelazo y lo
alcanzado por los médicos y la ciencia cubana. Eso no me deja salir del asombro
todavía.
-¿Y qué me dices de la dirección del país y
las autoridades de salud pública? Ha sido una experiencia única y han afrontado
de manera excelente una enfermedad nueva con su carga fatal. ¡Qué nadie se
llame a engaño! FUERZA CUBANA hasta borrar la Covid. Pudimos y nos recuperaremos
en todo cuanto quede por delante.
Guille, lo más justo consiste
en que cada cubano tiene que valorar lo positivo y seguir con una actitud
favorable. Cada familia juega un papel determinante en el traspaso de valores,
de cómo conservar la salud y saber conducirnos desde ahora al futuro, porque la
“nueva” normalidad nos llama.
Con sinceridad y sin secretos, según
dice el lema de Irela Bravo en su programa sabatino de TV, podemos apropiarnos
de él y asegurar mi hermano que sigue en pie nuestro lema de siempre, el de
¡venceremos! Como esa no existe otra igual pues sintetiza victoria.
-Esa también quedará demostrada en la
Popa, puedes estar convencido. ¡Nos vemos!-
Y cada uno tomó su camino haciendo gala de sus nasobucos.