sábado, 13 de junio de 2020

UN FANTASMA ME PERSIGUE


Por Alberto Enrique

 


Desde pequeño supe de fantasmas y apariciones propios de la villa donde me tocó nacer, estos atemorizaban de solo oír el cuento y se rehuían los sitios que indicaban su existencia. Cuando tuve tiempo y tamaño para estudiar encontré que otro fantasma recorría el universo, y me dije: caramba, ahora sí, se mueve en grande la aparición; claro eran tiempos de denuncia contra el capitalismo que avanzaba.
Sin embargo, hace pocos meses ha llegado otro: éste es silencioso, transparente, no ataca de frente, ni asusta, es ínfimo de tamaño pero deja frito, empaquetado para el otro mundo; le llaman con el simpático nombrecito de Coronavirus.
Hizo su aparición allá por el mundo asiático pero quiso darse una vuelta por la Vieja Europa donde se comportó incorregible, entre varios lugares sintió apego por Italia, España y Francia, por aquellas tierras enfureció y se llevó a millares; saltó entonces para las Américas y por poco no deja títere con cabeza en la ciudad donde dicen que no se dormía, la gigantesca Nueva York; ahora, como si quisiera bailar samba -y parece que le ha gustado-, no quiere irse de Brasil.
Resulta que son fantasmitas que se multiplican y multiplican, enferman a los seres humanos y les matan sin freno, imaginan que la batalla de ellos consiste en liquidar a la especie humana. Atacan por el sistema respiratorio, hacen zafra en los pulmones creando serios problemas para la vida, y si atrapan a las personas con enfermedades crónicas o de altas edades ¡ay, mamita!, con más facilidad se los llevan para el otro mundo.
Hoy miércoles 10 de junio del año 2020 el daño en 185 países va por más de siete millones de  enfermos y sobre 400 mil los fallecidos. ¡Qué cabrones estos bichitísimos! Aprovechan la inexistencia de vacunas y actúan como caballo desbocado. Se interesan en aquellas personas sin aparentes síntomas de la enfermedad, que andan por sitios  públicos y dejan el regalito ahí mismo, adondequiera o en quienquiera; justo ahí hacen el papel de futbolistas porque actúan a modo de pasadores silenciosos, aunque de fantasmitas, son los trasmisores también conocidos como pre asintomáticos.
Ahora bien, si se generaliza o  considera del todo el uso conveniente de nasobucos y mantenemos la separación suficiente entre los transeúntes, otro gallo ha de cantar.  Solo existe ese camino por ahora. También indica el raciocinio que si el jabón acaba con el virus: ¡a lavarse bien las manos! porque este mal circula por cualquier lugar y las manos van y vienen, se posan o tocan cualquier sitio contaminado, y uno va detrás pasa las de uno y ¡saz! después van a parar en la nariz, la boca o los ojos y ¡allá va eso! Trasmisión segura. En el país se viene  machacando en esto desde hace rato y vale cumplir a tiempo con las previsiones.
En Cuba, al parecer la tempestad se va disipando felizmente. El sistema médico y científico ahuyenta a estos diablejos asesinos salvando vidas y más vidas junto con los esfuerzos de las autoridades del país. Vamos con rumbo favorecedor y próspero. Pero, triunfa tú también… pon de tu parte. Evita todos los fantasmas, espántalos y no permitas que te persigan. Gracias por ayudarme también a dejarlos bien atrás.


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