martes, 6 de julio de 2021

“FANTASÍAS Y REALIDADES”

Por Alberto Enrique

(SELECCIÓN DE TEMAS TOMADOS DEL LIBRO EN PREPARACIÓN)

Aquí tienes una limpia y bonita cascada de alegría, un catauro de historietas y anécdotas curiosas. Surgen con el interés que te sean de provecho pues encierran distracción y enseñanza. Siempre ten presente: los cuentos siembran una semilla que un día llegará a ser un árbol frondoso.

El autor aborda recuerdos propios de su infancia, adolescencia y juventud, a veces va de la mano con los abuelos, hombres presentes en toda familia y a quienes admira. En otros momentos se adentra en el universo creativo, deja correr la imaginación y hasta lo simbólico.

                        (Tomado de la nota de presentación)

 

ELLOS TIENEN LA CULPA

Nunca imaginé que ocurriera de este modo. En cierto momento supuse que la televisión y sus anuncios sobre los derechos del niño y la juventud abrirían la brecha, una justificación a la rebeldía, a las concepciones estéticas y las modas extravagantes, o hasta al comportamiento dentro y fuera del hogar.

Lo veía venir. Pero ¿hasta dónde todo eso podía ser real?

Nunca antes había pensado a quien echarle la culpa.  Aunque algo  era comprensible, evidente: ahora dejaba atrás la niñez, pues llegaba a la  nueva etapa de complejos e indecisiones, de aprender todo para los tiempos por venir, también de hacer frente a temores, de entaconarse y pintarse.

Claro, ésa es la clave: me convenzo de que la culpa la tienen los tacones, los tacones altos que ya calza mi nieta.

 

PAIS DE FANTASIA 

De seguro estas son imaginaciones de mi abuelo porque no hay otra posibilidad. Muchas veces dice cosas difíciles de creer, cuenta otras fantasías como si fuesen situaciones reales.

Lo último que se trae entre manos es una historia de lo más cómica. Dice que en sus andanzas por el mundo visitó un lugar donde todas las personas llegan a los 85 años de edad. A partir de entonces restan años lejos de seguir sumándolos ¡Increíble todo!

Aquella gente va para atrás cada día más, de tal modo que llegan hasta convertirse en niños y niñas pero con aspecto de ancianitos, pues sus cabelleras son pura cana y algunos hasta andan con bastones. Señal clara de que son gente vieja.

Asegura mi abuelo que eso era purita verdad. Cuenta que llegó a descubrir el secreto del lugar ya que al ver tales cambios en las personas preguntó si allí  tomaban  agua de la fuente de la juventud y respondieron que no. 

Resulta que tiempo atrás entre ellos hubo un sabio que se fue a su laboratorio y comenzó a experimentar en técnicas genéticas, llegando al extremo de introducir cambios en el avance del tiempo biológico; entonces inventó un medicamento que al ser tomado no solo curaba cualquier enfermedad sino que quien lo ingiriera como vacuna se rejuvenecía más y más cada día, de ahí los niños-ancianitos.

Plantea mi abuelo que todo aquello era una especie de magia del futuro, consistente en eso que los científicos han decidido llamar terapia génica. Insiste que a él no hay quien le diga mentiroso porque él lo vio con sus propios ojos.  

Junto a esta anécdota, le ha dado por  explicar  detalles y más detalles de los avances del mundo en que vivimos. ¿Serán ciertos?

 

¿CÓMO TE TOCA EN ESTA VUELTA?

Aquella vez cuando oí decir cómo volaba un cohete hacia el espacio sideral, usando en cada tramo sus propios motores para impulsarlo, pensé de inmediato que se trataba de algo parecido a los fuegos artificiales, esos que montados en “burros” giran y giran, y cuando parece que se apagarán de pronto encienden otra vuelta dando lucidez a la parranda remediana.

En este caso, unos tras otros se encienden los segmentos del cohete hasta poner en órbita el ingenio que registrará entonces informaciones e imágenes tomadas más allá del alcance posible en el vuelo de los aviones. Cuántos cálculos físicos y matemáticos hacen falta para situar en las máquinas de computación todo lo más moderno y atrevido que pueda imaginarse.

El hombre reinando en lo tremendo, impulsando en cada momento el progreso. Primero soñar, después ejecutarlo. Una cadena de avances en todos los campos del conocimiento que garantiza andar a velocidades vertiginosas. Y que no se detiene dejando boquiabierto al más pinto de la paloma.

Si hubo una revolución industrial en el siglo XIX con el vapor, la electricidad, el maquinismo, entre tantísimo más y más; acá, por señalar algunas, entró ahora en avalancha la electrónica, los derivados del petróleo, la informática, la ingeniería genética, hasta llegar a la aplicación de lo infinitesimal, la nanotecnología. Tantas esferas del conocimiento a la vez, casi de golpe en unas pocas décadas, todo un giro fenomenal de avances que llevan a la humanidad a reconocer que estamos de lleno en un nuevo estadio de otra revolución científico técnica.

¿Y cómo ubicarnos en esta realidad? ¿Cómo te preparas para jugar tu rol en ese maremágnum del saber?  En esta vuelta ¿cómo te toca?

 

 

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