Por Alberto Enrique
En la jerga cubana una trompetilla es un sonido producido por los labios y se emite a veces con el auxilio de la mano, es indicadora de burla a otra persona o a un grupo de ellas. Hoy no puedo emitir nada distinto. Estoy obligado a lanzar una, no, muchas y a repetición con todas mis fuerzas a la sentina floridana, a los engendros tecnológicos de las campañas orquestadas, manipuladas y aplicadas por la satrapía que busca el derrocamiento de la Revolución Cubana.
Esto es aplicable además a los gobernantes estaduales y congresionales de la derecha y de ahí hasta “el presi” No 47 de la Unión, a este último por su falta de firme estabilidad en su pensamiento y accionar. En su plataforma electoral prometió cambiar las atroces, monstruosas medidas de su predecesor contra la Mayor de las Antillas. Y uno se cuestiona ¿cómo se habrá dejado cambiar o contagiar? ¿Por qué? ¿Ingenuidad o compromisos? ¿Quién lo vapulea? Recaen tantos agravios, insultos, sobre nuestro país y este señor mantiene aún la misma fórmula trumpistas, -la de destruir a la Revolución- y mantiene aplicado el mismo sistema de medidas arranca pescuezo.
Pero lo más espectacular. Decidieron poner en acción un nuevo nivel ofensivo en las últimas semanas, un incremento, un desbordamiento de acciones agresivas que han ido desde campañas de descrédito a través de la elevación de la guerra mediática que se nos hace, hasta promover el pasado 11 de julio nuevas operaciones al darle comienzo a otra fase del proyecto desestabilizador de la unidad cubana intentando un alzamiento ciudadano.
La nación cubana está sometida a una guerra “blanda”, destructora, de las conocidas como de cuarta generación. Está sometida a una ciberguerra, con otro tipo de cañonazos. La guerra clásica ha cedido o tomado caminos nuevos. Se trata de un símil del “Caballo de Troya”. Quien tenga una información media sobre la guerra entre griegos y troyanos conoce de qué se habla. Han tratado de introducirnos una campaña con maniobras, enfocadas a dañar las emociones de la población a quienes quieren confundir. Crear una situación de inseguridad, papel que juega EU en las redes informativas, usando de laboratorios de técnicas sofisticadas y trasmiten ataques de odio, publican de modo articulado un supuesto escenario creado en la Florida.
Atacan la paz interior de nuestra nación con acciones multilaterales, arremetidas brutales para dañar a la población finalmente. Promueven campañas de descredito e ingobernabilidad por las redes sociales, plantean que Cuba “se está cayendo”, siembran violencias y odios entre las personas. De mil maneras buscan dañar la soberanía nacional. Lanzaron desde el 15 de junio/21 la etiqueta “SOS Cuba” para bloquear la votación ONU y el 11 de julio se tiraron por la borda: quisieron promover un estallido social, disturbios, asaltos manipulados a comercios, junto al empleo de informaciones por redes supuestamente noticiosas.
Pero ¿quiénes están detrás de todas estas acciones? ¿Quiénes mueven los hilos? ¿Por qué incentivan el flujo migratorio irregular? ¿Por qué dañan el prestigio de las ciencias y las tecnologías cubanas desde hace décadas y niegan o acentúan, ahora más que nunca antes, la carencia de insumos y repuestos? Añádanse los ofrecimientos a científicos y técnicos para que abandonen o traicionen el desempeño de sus investigaciones.
En el fondo del pozo de la historia norteamericana aparece la fórmula Mallory, subsecretario del estado norteamericano quien planteó desde abril del 60 la destrucción de la Revolución a través de medidas de asfixia económica, financiera y social, justo lo realizado hasta hoy. Y ahora bien, ¿por qué no levantan las medidas Trump-Biden? Lejos de eso. En medio de una pandemia que asola al mundo por los cuatro costados, buscan afectar el bienestar de los cubanos a como dé lugar ¡Qué insensibles son los gobernantes yanquis! ¡Qué inhumanos! ¿No le parece?
Sí, un día inusual ocurrió aquí el 11 de abril, ante agresiones asumidas por confundidos y equivocados, el presidente del país junto al pueblo tomó las calles para defender la causa revolucionaria. Las malas intenciones de los “influenciadores” y manipuladores políticos, se vino abajo. La ola que han creado se aquieta y las acciones se desinflan porque no tiene sostén.
Cuba no está sola y EU se aísla más, en la ONU quedó demostrado. Cuba no se pliega ni necesita corredores humanitarios que deriven a ultranza en intervenciones militares extranjeras La respuesta a las últimas infamias de EU están vestidas de heroísmo: vacunas efectivas contra la Covid-19 y una población ya con los inmunógenos en millones de brazos nacionales. Nada se detiene. La nación cubana sigue adelante con su Revolución.
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